Te voy a explicar las 5 razones más importantes por las que debes de considerar el ayuno intermitente como parte de tu rutina diaria.
Ayunar esencialmente es no comer por un periodo de tiempo prolongado. La frecuencia con la que comes determina qué sistemas internos se activan para darte energía.
En simples palabras, al momento de des ayunar (palabra nunca usada tan propiamente) estás provisionando a tu cuerpo de una nueva fuente de energía para trabajar. La gasolina que utiliza el cuerpo para sus diferentes actividades se llama glucosa.
Entonces cuando comes, activas al sistema digestivo que luego de un trabajoso proceso proveerá a la sangre de glucosa.
Una vez en la sangre, la glucosa requiere de un portero que abra las puertas en las diferentes células para su ingreso y utilización. Ese portero se llama insulina.
Una vez en la sangre, la glucosa requiere de un portero que abra las puertas en las diferentes células para su ingreso y utilización. Ese portero se llama insulina.
Entonces toda vez que comamos, nuestro inteligente cuerpo se prepara para transportar la glucosa absorbida secretando insulina al torrente sanguíneo.
La insulina irá llevando glucosa a todas aquellas áreas que lo requieran de manera inmediata, como por ejemplo el músculo, y posteriormente a unos depósitos para tenerla lista por si fuera necesario. Estos depósitos son el hígado, y de haber alguna sobra, a la grasa corporal.
Hasta allí vamos bien. Una vez suprimido el suministro de alimento, entonces el cuerpo irá a los depósitos naturales de energía que proveen azúcar. Se declara en “modo ayuno”. Primero consumirá los depósitos del hígado y luego, de ser necesario, los depósitos de la grasa.
Aquí la primera razón por la que es una buena idea: el proceso de utilización de los depósitos de azúcar provenientes del hígado dura de 8 a 12 horas. Posteriormente a esto y si todavía no has vuelto a ingerir alimentos, entonces irá a buscar energía a los depósitos de grasa.
Por métodos que son un poco más trabajosos ( requieren de mayor energía) el cuerpo convierte grasa en azúcar para su uso. O sea se consume en el proceso. Ahora tienes un proceso que consume más energía que trabajará para convertir grasa en azúcar.
Esto se traduce a que si le das suficiente tiempo a tu cuerpo para consumir sus reservas del hígado, ahora empezarás a ver que empiezan a disminuir tus depósitos de grasa. Empezarás a perder esa carga y más importante, empezarás a disminuir tu peso.
Esto se traduce a que si le das suficiente tiempo a tu cuerpo para consumir sus reservas del hígado, ahora empezarás a ver que empiezan a disminuir tus depósitos de grasa. Empezarás a perder esa carga y más importante, empezarás a disminuir tu peso.
La segunda razón por la que es una buena idea es la que sigue.
En este proceso de crear glucosa a partir de otros elementos, se crean sustancias que ahora circulan por la sangre que se llaman cuerpos cetónicos. Resulta que los cuerpos cetónicos estimulan a tus neuronas a fortalecerse, crecer y tener mejores conexiones. Esto se traduce en una mayor claridad mental, que hace que tengas un día más productivo. Está demostrando que la restricción de energía al cuerpo (ayuno intermitente) mejora la capacidad cognitiva y disminuye las probabilidades de desarrollar demencia senil, Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
El cuerpo en ayunas es un cuerpo más alerta que trabaja para buscar fuentes de energía. El cuerpo no se agota, solo está forzado a trabajar un poco más. No confundir ayuno intermitente con inanición. La ciencia y la historia son testigos de como el ayuno prolongado son buenos para la salud. El que no comas por varias horas no quiere decir que estás perjudicando a tu cuerpo.
En ese estímulo de mantenerse bien, ocurre la tercera buena razón. Estimula a la hormona de crecimiento. Esto se traduce en mejoramiento de la forma y volumen muscular mediante cambios moleculares que ocurren en la mitocondria ( máquina creadora de energía) de cada célula muscular.
La cuarta razón es que cambiarás esa ansia de comer por el de un estado de tranquilidad sin morirte de hambre. Otro efecto demostrado científicamente es que se neutralizan las hormonas asociadas al apetito y saciedad. Al haber poco estímulo a que halla insulina, no solo hay gran sensibilidad de las células, sino que también se apagan los sistemas de hambre y saciedad que están constantemente encendiéndose y apagándose cuando hacemos lo opuesto que es no parar de comer. Se ha demostrado que la grhelina u hormona del hambre tiende a disminuir en las mañanas en aquellas gentes que hacen ayuno intermitente, de tal manera que pasados unos días, ya el cuerpo no te pedirá comida. Tú programas a tu cuerpo para comer y no lo opuesto.
Visto del lado opuesto: Dale comida al cuerpo cada 4 horas como algunos sugieren (snacks entre comidas) y otros lamentablemente practican sin darse cuenta y la grhelina seguirá subiendo en cortos intervalos anunciándote que tienes hambre y tú te llevarás el bocado a la boca.
La quinta razón es una de las más importantes. El ayuno intermitente mantiene los niveles de insulina bajos, sensibiliza a las células a ser muy capciosas de su presencia y por ende previene enfermedades tan peligrosas como la diabetes, enfermedades del corazón, y obesidad. El sistema inmune se fortifica con este proceso haciéndote menos propenso a enfermedades de contacto (infecciosas) o de mal funcionamiento celular ( tumores ).
Por último, déjame darte este consejo práctico escondido. Es un proceso simple, flexible y gratis. No tienes que comprar nada, no tienes que abastecerte de costosos snacks, frutas, o lo que fuera para calmar el ansía, no tienes que empezar de un porrazo y solo debes proponerte desayunar a las 2 de la tarde. El método más sencillo es comer x 8 horas y ayunar por 16. Solo toma saltar el desayuno y cenar hasta cierta hora. Durante ese periodo podrías tomar agua, café sin azúcar o té sin azúcar. La ingesta calórica del desayuno compromete del 20 al 30% de tu ingesta calórica del día, dependiendo de que tan consistente sea. Entonces no solo estarás disminuyendo tu ingesta (menos calorías diarias), además estarás recurriendo al sistema que eventualmente quemará tus grasas, robustecerá tus músculos y te tendrá más alerta durante todo el día. Sin hambre, sin suplementos.
Por estas razones te recomiendo consideres dar un paso a ese cambio, donde tu decides a que hora comer y te beneficias desde hoy y para siempre. Una vez dominado el hecho de no desayunar, verás que fácil será ingresar en el campo de qué comidas te sirven más en tus propósitos. El apetito que tendrás a la hora de almuerzo no es uno que sobrepasa al apetito que tendrías si hubieras desayunado. Igual de importante es que no se trata de tragar por 8 horas lo que no podrás en 16. No te programes así. No es necesario! Dale esa oportunidad a tu cuerpo y maravíllate de lo hábil que puede ser, para por último romper con ese dogma que se tiene de “ comer tres veces al día”
Por estas razones te recomiendo consideres dar un paso a ese cambio, donde tu decides a que hora comer y te beneficias desde hoy y para siempre. Una vez dominado el hecho de no desayunar, verás que fácil será ingresar en el campo de qué comidas te sirven más en tus propósitos. El apetito que tendrás a la hora de almuerzo no es uno que sobrepasa al apetito que tendrías si hubieras desayunado. Igual de importante es que no se trata de tragar por 8 horas lo que no podrás en 16. No te programes así. No es necesario! Dale esa oportunidad a tu cuerpo y maravíllate de lo hábil que puede ser, para por último romper con ese dogma que se tiene de “ comer tres veces al día”
Esto no es para todos y te dejo una lista de las personas que no es recomendable traten esta forma de alimentarse.
- Niños, y adolescentes hasta los 18
- Personas con desórdenes de la alimentación como anorexia o bulimia
- Personas con diabetes tipo 1 o diabetes avanzada
- Personas con dolencias cardíacas presion arterial descontrolada o enfermedad renal crónica
- Adulto mayor, pacientes con peso bajo o dolencias crónicas
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