Ahora que ya sentimos los embates de una pandemia matizada y aterrorizada por nuestro insano hambre de información y difamación por todos los medios posibles como sociedad, te quiero aclarar algunos conceptos.
Primero pandemia es aquella enfermedad que por su propagación trasciende grupos locales, países vecinos, y continentes sin respetar estratos económicos, culturales, o sociales.
Segundo es propagada y perpetuada por el hombre
Tercero es que llama a una unidad como especie (especie humana) para encontrar la pronta solución a una lamentable enfermedad que lleva a la muerte de sus pobladores.
Eso es lo que hoy se vive con Covid-19, por lo menos para muchos.
La declaración de pandemia, según la OMS, hace referencia a la propagación mundial de una nueva enfermedad. Para llegar a esta situación se tienen que cumplir los siguientes criterios y superar la fase epidémica.
Brote donde una enfermedad nueva ocurre con mayor frecuencia
Epidemia cuando la enfermedad se empieza a diseminar en una región llevando a la toma de medidas locales
Pandemia cuando la enfermedad trasciende continentes de tal manera que ahora todo el mundo debe tomar medidas para cuidarse.
Ahora te voy a hablar de una pandemia no infecciosa que cumplió con todos los requisitos antes mencionados para ser llamada así y que al día de hoy cobra las vidas de 2.8 millones de personas al año.
En el año 2010 la obesidad fue catalogada por la OMS como una pandemia no infecciosa
Una enfermedad creada por el hombre, perpetuada y diseminada inicialmente en algunas regiones y que al día de hoy afecta a más de 650 millones de personas que son parte de los 1.9 billones de personas que en 2017 tenían sobrepeso. Es una enfermedad que inicialmente afectaba a estratos sociales altos, pero que hoy se ha diseminado a todos los estratos sociales ( característica importante de una pandemia ).
Haciendo analogías para que entiendas su importancia es que el Cov 2, así como el SARS (otra infección similar por un virus de la misma familia) al ser infecciones terminarán por ser controladas ya sea con tratamientos, inmunidad (defensas post infección), o vacunas. Y dependerá del esfuerzo conjunto de aquellas comunidades involucradas para encontrar la solución. El qué tan rápido la encuentren y cómo cuiden de sus poblaciones serán factores para prevenir más muertes durante la pandemia.
Ahora bien, si tienes una entidad que reúne todos estos requisitos incluyendo un gran número de muertes anuales constantes, por qué no darle la misma atención a la obesidad y sus devastadoras consecuencias? La respuesta lamentable es que hay muchos involucrados con intereses totalmente opuestos que pugnan por demostrarse quien es más fuerte a costas de la vida de sus propios pobladores. La obesidad es el resultado de cómo comemos. La industria alimenticia no mide los riesgos de los ingredientes que utiliza y finalmente el consumidor termina por vivir las consecuencias. Claro que está el hombre y sus decisiones de qué escoge en la oferta de las diferentes comidas que le van a alimentar. Pero lo cierto es que la comida fácil y rápida es aquella con los efectos más deletéreos.
La obesidad es una condición patológica causada por el exceso de grasa en el cuerpo. El consiguiente aumento de la masa corporal a costa de grasa pone en riesgo al cuerpo a desarrollar enfermedades crónicas devastadoras. Es una enfermedad que se asocia o desencadena a otras tan importantes como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la cardiopatía y enfermedades psiquiátricas. Se conoce que aumenta el riesgo de adquirir múltiples tipos de tumores malignos.
La OMS ha definido a los distintos grados de sobrepeso en base a variables como peso y altura. El índice de masa corporal IMC es la medida resultante. Así, se tiene que un IMC de 24.9 hasta 30 es considerado sobrepeso, de 30 a 35 es obeso moderado, 35 a 40 es obeso severo y mayor de 40 es súper obeso.
La obesidad es una enfermedad inflamatoria. Asi como lo lees! No es que se te inflamó el cuerpo. Es la cantidad excesiva de grasa en tu cuerpo que ocasiona inflamación en tus tejidos.
Y por qué toma importancia en esta nueva pandemia?
Pues resulta que hasta un 70% de personas con COVID 19 que acaban en UCI, en reportes ingleses y americanos, tienen sobrepeso u obesidad. Claro que personas adultas mayores o con otras enfermedades crónicas que bajan sus defensas son los más vulnerables, pero el solo hecho de tener sobrepeso u obesidad aumenta tu probabilidad 6 veces para terminar necesitando una cama en cuidados intensivos. En New Orleans, 1 de cada 4 pacientes que han fallecido de COVID 19 eran obesos.
Por donde lo quieras ver, hace que este tipo de población sea vulnerable.
Qué pasa en el paciente obeso que lo hace tan vulnerable a complicarse en esta enfermedad?
Primero así como la grasa se acumula en lugares obvios que saltan a la vista, también tiende a depositarse en, o alrededor, de algunos órganos. En la región torácica, inmediatamente debajo de la piel hay una capa de grasa (en amarillo en la foto). A mayor obesidad más gruesa la capa de grasa. En condiciones normales se traducen en rollitos en las partes laterales del tórax que no afectan de manera importante la respiración de las personas; pero, en condiciones de distress respiratorio, como cuando tienes una neumonía entonces su capacidad de acomodación está restringida. Esto limitará a que sus pulmones se expandan de manera adecuada frente a una infección.
Segundo existen unos receptores que se llaman ECA-2 que utiliza el virus a nivel microscópico para poder ingresar a los pulmones. Y estas llaves de Ingreso se producen en el tejido adiposo ( grasa ). O sea el obeso tiene más llaves de acceso en sus alveolos pulmonares.
Tercero en la infección COVID 19 puede ocurrir neumonía viral. En sus primeros 10 días es causada por presencia de virus en los pulmones. La segunda fase de la neumonia viral del COVID 19 ya no es por presencia de virus. Es sabido que lo que termina por dañar de forma irreversible a los pulmones llevando al paciente a la necesidad de respirador es la reacción inflamatoria que ocurre después de que el virus halla desaparecido. La obesidad es una enfermedad inflamatoria que predispone a 2 eventos importantes y muy deletéreos en esta infección viral. Primero, el cuerpo está tan ocupado en su entorno inflamatorio, que no se percata ( defensas bajas) del ataque viral inicial.Y segundo, que es peor, es que una vez que detecta al virus descarga una respuesta intensa contra el órgano afectado ocasionando una respuesta inflamatoria exagerada en los pulmones infectados por virus.
Cuarto, la obesidad está estrechamente ligada a enfermedades crónicas que bajan las defensas o predisponen a daño crónico de los vasos sanguíneos. Estoy hablando de la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, condiciones de por sí incluidas en las condiciones vulnerables para complicarse con el COVID 19. Por ende pacientes obesos con estas condiciones llevan las desventajas asociadas de una mala reparación vascular y de los tejidos afectados.
Estos 4 mecanismos hacen que el paciente con obesidad sea tan vulnerable a las catastróficas consecuencias de la infección. Ojo, no tienen más chance de infectarse, pero si se infectan, entonces tienen más chance de complicarse.
Ahora bien, obeso es aquel con IMC >30. Eso involucra a muchísima gente. Este blog está escrito en el Perú y quizás valga la pena aclarar que no tenemos los mismos índices de obesidad que Mexico, Estados Unidos o Inglaterra, que es de donde vienen estos estudios. Es mi tendencia y la de aquellos médicos preocupados por esta pandemia (obesidad) a creer que la contextura latina más se parece a la asiática. En un hospital en Shenzhen, China observaron que las personas con IMC > 28 kg/m2 y cualquier otra condición asociada tenían 5.6 veces más probabilidad de tener complicaciones x COVID 19. Traducción, tener sobrepeso ya es una desventaja.
Por último, tal y como mencionaba con respecto a la pandemia del COVID 19, no busquemos culpables a que tengamos sobrepeso u obesidad. Seamos responsables pues en esta pandemia de obesidad, la sociedad no está desesperada por conseguir las formas de desaparecer azucares tóxicas que envenenan nuestros alimentos a diario. De tal manera que la responsabilidad de lo que ocurre está en cada persona. Así como debes obedecer reglas de distanciamiento, lavarte las manos y usar mascarillas, así también existen reglas que debes seguir para combatir esos malos hábitos que te tienen con el peso que tienes. Hay gente como Yo muy preocupada en esta enfermedad y empieza a interiorizar que es algo reversible o controlable que requiere de tu responsabilidad.
A cuidarse, quedarse en casa, y aprovechar este momento de reflexión para inculcar nuevos hábitos que destierren a los malos antiguos hábitos.
SEAMOS RESPONSABLES