martes, 10 de julio de 2018
Heces Acintadas
Esas heces acintadas que de alguna forma asustan tanto, es el resultado de un cambio en el diámetro del colon. Lamentablemente un signo de probable obstrucción del lumen del colon, se ha hecho famoso por sugerir presencia de cáncer de colon. Como de costumbre, estoy acá para aclarar cosas más que asustarte.
En líneas generales, evacuamos de acuerdo a lo que comemos. Todos y cada uno de nosotros tenemos un patrón evacuatorio conocido. No existe norma o patrón establecido, más bien existen parámetros que se consideran dentro de la normalidad. Así pues su hijo puede evacuar tres veces al día, o toda vez que coma; su hija cada dos días y su esposo todas las mañanas.
Todos están correctos mientras que se cumplan tres reglas cardinales: La evacuación ocurre con mínimo esfuerzo y cero discomfort, la sensación de evacuación es completa y el patrón se repite de manera cíclica.
El cuerpo humano es maravillosamente único y así como hay color de ojos, tamaño del bigote o diámetro abdominal, así también tenemos todos nuestra única forma de evacuar.
De qué depende el volumen de nuestras evacuaciones? De lo que comemos, lo que tomamos y como movemos nuestro cuerpo.
Toda vez que incluyamos una buena cantidad de fibra en la dieta (frutas, verduras crudas, cereales) el volumen de las heces aumentará, en la mayoría de la gente. La cantidad de agua que ingerimos es de suma importancia para mantener el volumen de heces. Como regla general, en personas con evacuaciones normales, la cantidad de agua determinará el volumen y frecuencia de defecación. Por último la actividad física también es un factor que determina o influye en la frecuencia de las evacuaciones.
Pero volvamos a esas heces acintadas que tan mala fama le han hecho. Primero que nada es una cuestión subjetiva de criterio visual. Resulta que cintas haben de todos los tamaños formas y contornos para la percepción comun. De tal manera que muchos pueden mal interpretar lo visto y llenarse de preocupación. Otro término que se utiliza es evacuaciones en forma de lapiz. Es igual de ominoso cuando es mal interpretado. Pero está sujeto a las mismas restricciones perceptivas de lo subjetivo. En líneas generales muchas de esas evacuaciones de formas particulares terminan siendo alternancia evacuatoria transitoria debida a cosas puntuales. Causas frecuentes se asocian espasmos episódicos de la ultima parte del colon, que se podrían acompañar de transito intestinal aumentado. Este combinado hace que no solo disminuya el tiempo para empacar la evacuación sino que al pasar por un segmento espástico, las heces adquieran esas formas. Esto es algo muy frecuente, por ejemplo en el síndrome de intestino irritable.
Las evacuaciones de esas formas que si podrían ser serias son aquellas que se acompañan de otros síntomas como por ejemplo mucosidad o sangre con esas evacuaciones, dolor abdominal bajo con esas evacuaciones, paso de estas evacuaciones por más de 7 a 10 días sin volver a su forma original.
Por ende, he aquí mis concejos prácticos en este tema
1. Heces acintadas o en forma de lápiz pueden ocurrir ocasionalmente en cualquier persona
2. Patrón evacuatorio es único como único eres
3. Hay estándares generales de patrón evacuatorio aceptado
4. Mínimo esfuerzo, sensación de evacuación completa y cíclica
5. Heces acintadas o en forma de lápiz deben preocupar si se asocian a cambio en el patrón evacuatorio.
6. Si te ocurre esto y tienes 45 años o más, es bueno que veas a un gastroenterólogo.
miércoles, 3 de enero de 2018
Resistencia a la insulina
Resistencia a la Insulina
El último paso antes del abismo
Te voy a hablar de un diagnóstico de moda, que afecta a grandes y jóvenes. Me refiero a la resistencia a la insulina. Una cataclismica bola de nieve que empieza cuando acaso en forma de piedra de nieve se te ocurre darle rienda suelta a tus deseos palatales por el simple hecho de que te sobran un par de soles y compras esas galletitas insignificantes. De pronto te encuentras haciendo de rutina comportamientos malévolos, pero totalmente inconscientes como parar en una heladería en vez de en una galería, o centrando tus actividades alrededor de comer, o haciéndote esclavo de esa gaseosa que hoy consideras vital para tu existencia. De pronto la piedra de nieve que entraba en tu mano ya tomó forma de pelota de bowling, que aunque la pintes de rosa siempre será pesada y amenazante.
Esa intimidante bola de bowling, peligrosa en
su esencia, se llama resistencia a la insulina. Para cuando esto ocurre, para
seguir con la analogía de esa pesada bola de nieve, todavía y con alguna
dificultad podrías detenerla, pero te advierto que la pendiente que esta por
atravesar es una bastante inclinada pero lo malo, con mucha nieve frágil pero
esponjosa en su superficie. De esa que con facilidad puede doblar su tamaño en
cada vuelta que dé y donde pararla ya no dependerá sólo de ti. Dependerá de
varios cuerpos para cambiar o parar su trayectoria.
Ahora un poquito de ciencia para entender a que me
refiero. La glucosa es la fuente de energía esencial para el adecuado
funcionamiento de las células de nuestro cuerpo.
La glucosa en la sangre en cantidades altas es tóxica. Existe entonces una hormona secretada en el páncreas que modula la entrada de
azúcar a las células y que mantiene niveles adecuados de glucosa en la sangre.
Esa hormona se llama insulina.
La cantidad de carbohidratos ingeridos que se traducen en
altos niveles de azúcar en la sangre, con el tiempo afectarán a la capacidad de
la célula de integrar esa glucosa dentro de ella. El mecanismo: resistencia a
la insulina.
Imagínate que para que entre glucosa a la celula se
necesitan dos mecanismos. Primero, que hayan suficientes puertas de entrada.
Segundo, que exista la llave para abrir esa puerta. La llave es la insulina.
Resistencia es cuando el cerrojo de la puerta ha sido
alterado y la llave ( insulina) ya no puede abrir la puerta a la glucosa.
Este mecanismo no permite que la célula se nutra bien.
Por ende, el cuerpo que hace? Lee que falta insulina y el páncreas decide
secretar más llaves.
Este mecanismo puede suplir el defecto a cambio de hacer
colas más largas con abundantes llaves y glucosa para las pocas puertas de
entrada por célula.
Me sigues?
Esta situación ahora tiene un segundo problema y una
lamentable consecuencia. La sangre no puede tener niveles altos de azúcar de
tal manera que redirecciona a esa glucosa a otros lugares donde no afecten al
cuerpo. La redirecciona en la forma de DEPÓSITOS DE GRASA.
La consecuencia es peor. Niveles altos de insulina
estimulan el apetito y la búsqueda inconsciente de carbohidratos conocida como
CRAVING.
Ya viste esa vasta pendiente con 15 cm de altura de nieve
por donde está a punto de rodar esa pelota de bowling?
La resistencia a la insulina con altos estímulos al
páncreas para controlar tu nivel de azúcar puede durar meses o años, hasta que
el páncreas pierde la capacidad de suplir esta demanda y la glucosa empieza a
subir a niveles peligrosos que empezaran a causar síntomas característicos de la
enfermedad conocida como diabetes mellitus.
En el camino esa bola de nieve es literalmente tu cuerpo
ganando peso de una forma desmedida que te fuerza a comer más, sentir más
hambre y acumular más grasa. Sin parar!
Pero te cuento que tiene solución.
Y no es una pastilla! Depende de ti y lo que te llevas a
la boca.
Vamos llegando al común denominador.
La cantidad de azúcar que viene en nuestros alimentos
procesados es abismal.
Cuando tienes resistencia a la insulina, dietas bajas en calorias o low fat como les llaman ya no son una buena opción, pues si las concentraciones de carbohidratos son inadecuadas, entonces estas mantienen vivo a ese ciclo alternativo de
destinar el exceso irreal de glucosa a depósitos de grasa. Entonces te
preguntas que si apenas y comes como pollito todos los días, por qué no adelgazas.
Podrás cambiar de dirección a esa pelota ahora del tamaño de un pastor alemán
pero invariablemente por su peso volverá a su pendiente. Por eso que es
necesario a estas alturas que más de uno te ayuden a parar a esa pelota.
Un Nutricionista que te guía en dieta muy baja en carbohidratos, un
psicólogo que te ayude a controlar esos impulsos de hambre y tu entorno que te
aleje de hábitos nefastos asociados a comidas.
La única forma de parar esa bola inmensa de nieve es
parando el estimulo de esa insulina a tanto mecanismo malo y dañino para tu cuerpo.
Esa insulina para.........cuando dejas de darle glucosa!
Por ende si te mencionaron resistencia a la insulina, es
hora de hacer un cambio dramático en tu dieta. Resistencia a la insulina es un estado pre diabético. Es como mencioné al principio, un fenómeno premonitorio que algunos tratan de evitar tomando una pastillita llamada metformina o glucophage. Si ya te mencionaron o consumes esa pastillita ya no eres bola de bowling en tamaño y peligrosidad. Eres más que eso y debes de tomar cartas serias en el asunto.
Y ahora mis consejos prácticos si crees que esa bola de nieve empezó a a rodar con fuerza en tu cuerpo:
1. Limita tus carbohidratos: Los carbohidratos se incluyen en la dieta pero NO, no son indispensables para tu cuerpo. Resulta que nuestro cuerpo al usarlo como fuente de energía básica, es capaz de descomponer otras cosas (como la grasa acumulada) en glucosa. En la dieta trata de consumir carbohidratos en la forma de vegetales, frutas, lácteos y algunas legumbres.
2. Evita las bebidas y gaseosas dulces, son el origen de la maldad que desencadena todo esto. Preferibles son las aguas infusiones
3. Come más fibra. Carga tu plato con verduras frescas lo más seguido que puedas. Alcachofas zapallos, alberjitas, paltas, legumbres. Semillas de chía y quinua.
4. Come grasas saludables. Esas son las NO saturadas, en oposición con las grasas saturadas o las grasas trans. Por ejemplo paltas aceite de oliva, nueces y semillas. Busca los alimentos que sean ricos en omega 3 ácidos grasos. Se recomienda que comas un filete de pescado grasoso como atún, salmón, o sardinas por lo menos 2 veces a la semana
5. Consume suficiente proteína. Se dice que la regulación del metabolismo de la glucosa en estos estados anormales, es mejor cuando también hay proteína en la sangre. De hecho está demostrado que dietas altas en proteína ayudan a diminuir la obesidad más rápido que en dietas regulares. Pollo, huevos, pescado, lentejas, almendras y yogurt son buenos ejemplos.
6. Consume lácteos. Se ha demostrado que los constituyentes de la leche ayudan a disminuir la resistencia a la insulina. Mientras más cerca a lo natural sea el lácteo, entonces mejor.
7. Cuida tus porciones:Esta dieta que te recomiendo tendrá un impacto 10 veces mejor, si controlas las porciones en todo lo que comes. Come pequeñas meriendas durante el día y no permitas que te de hambre. El hambre te llevará a comportamientos internos e intricantes que te llevarán a comer más de lo que debes.
Y ahora mis consejos prácticos si crees que esa bola de nieve empezó a a rodar con fuerza en tu cuerpo:
1. Limita tus carbohidratos: Los carbohidratos se incluyen en la dieta pero NO, no son indispensables para tu cuerpo. Resulta que nuestro cuerpo al usarlo como fuente de energía básica, es capaz de descomponer otras cosas (como la grasa acumulada) en glucosa. En la dieta trata de consumir carbohidratos en la forma de vegetales, frutas, lácteos y algunas legumbres.
2. Evita las bebidas y gaseosas dulces, son el origen de la maldad que desencadena todo esto. Preferibles son las aguas infusiones
3. Come más fibra. Carga tu plato con verduras frescas lo más seguido que puedas. Alcachofas zapallos, alberjitas, paltas, legumbres. Semillas de chía y quinua.
4. Come grasas saludables. Esas son las NO saturadas, en oposición con las grasas saturadas o las grasas trans. Por ejemplo paltas aceite de oliva, nueces y semillas. Busca los alimentos que sean ricos en omega 3 ácidos grasos. Se recomienda que comas un filete de pescado grasoso como atún, salmón, o sardinas por lo menos 2 veces a la semana
5. Consume suficiente proteína. Se dice que la regulación del metabolismo de la glucosa en estos estados anormales, es mejor cuando también hay proteína en la sangre. De hecho está demostrado que dietas altas en proteína ayudan a diminuir la obesidad más rápido que en dietas regulares. Pollo, huevos, pescado, lentejas, almendras y yogurt son buenos ejemplos.
6. Consume lácteos. Se ha demostrado que los constituyentes de la leche ayudan a disminuir la resistencia a la insulina. Mientras más cerca a lo natural sea el lácteo, entonces mejor.
7. Cuida tus porciones:Esta dieta que te recomiendo tendrá un impacto 10 veces mejor, si controlas las porciones en todo lo que comes. Come pequeñas meriendas durante el día y no permitas que te de hambre. El hambre te llevará a comportamientos internos e intricantes que te llevarán a comer más de lo que debes.
Por ahora eso es todo. No olvides comer sano siempre y cuidado con el abismo
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